El tamaño de esta especie oscila entre los 19 y 21 cm. El macho se distingue por ser completamente negro, pero con un codo del ala de color amarillo que es muy visible durante el vuelo. En cambio, la hembra presenta un plumaje pardo con moteado oscuro, y su pecho y abdomen son de tonos terrosos con pequeñas manchas oscuras. Tiene líneas superficiales amarillentas que se extienden hacia adelante y se vuelven blanquecinas hacia la parte posterior. Las alas de la hembra también son de color pardo oscuro, con una mancha amarilla similar a la del macho en el codo del ala, aunque más tenue. La cola de esta especie es de color pardo oscuro.
Los juveniles se asemejan a la hembra, pero con un tono más parduzco amarillento.
En cuanto a su alimentación, se basan principalmente en insectos, aunque también consumen semillas.
Esta especie se reproduce entre octubre y diciembre. Nidifica en grupos en áreas de totorales, generalmente a aproximadamente medio metro del agua. La nidada suele constar de 2 a 3 huevos de color beige con manchas negras o café-purpúreas.
Hábitat y distribución geográfica
Esta especie se distribuye en Chile desde la región de Atacama hasta la región de Magallanes y habita en ambientes con vegetación y suelos anegados o húmedos. Típico de humedales con márgenes cubiertos de totoras. No ingresa a ciudades a no ser que exista un hábitat apropiado.
Amenazas y conservación
Según la lista roja de los vertebrados del mundo de la UICN el Trile está catalogado como especie en Riesgo Menor (LC). Sin embargo, sus poblaciones podrían verse amenazadas por la destrucción de humedales, contaminación de aguas, y ataques de especies invasoras, como perros y gatos.
¿Sabías qué?
Se cree que la palabra "Chile" tiene un origen onomatopéyico, es decir, se basa en palabras que imitan sonidos. Se dice que este sonido proviene del canto de un pájaro llamado trile, el cual emite un sonido similar a "¡chile, chile!. Es más, Durante el siglo XVIII, los religiosos jesuitas Miguel de Olivares, el misionero y lingüista Andrés Febrés, Juan Ignacio Molina y Felipe Gómez de Vidaurre coincidieron en afirmar que el término se originaría en la voz chili —también escrita tchili, thili, thilli, thrile y tilí—, onomatopeya mapuche del canto del trile, palabra usada para llamar a este pájaro endémico de manchas amarillas en las alas, perteneciente a la familia de los Icteridae. Posteriormente, Stanislas-Marie-César Famin y Manuel Antonio Román Madariaga también se adscribieron a esta teoría