El adulto macho presenta dos formas, una gris y otra amarilla. Pero en ambas destaca el patron facial negro, bordeado de amarillo. El resto del cuerpo es gris. En las alas puede haber un tinte verdoso en las coberteras y secundarias. Cola oscura con filos blanquecinos o amarillentos. La hembra es blanquecina con tinte pardusco, a veces algo amarillento o aleonado, toda manchada de rayas oscuras. Pico gris azuloso y patas grises.
Según la IUCN, esta especie se encuentra en la categoría de menor riesgo (LC). Sin embargo, estas especies podrían verse afectadas por la destrucción de su hábitat, contaminación y la introducción de especies exóticas invasivas.
La especie M. xanthogramma fue descrita por primera vez por los zoólogos británicos John Gould y George Robert Gray en 1839 bajo el nombre científico Chlorospiza xanthogramma; su localidad tipo es: «East Falkland (isla Soledad) y Tierra de Fuego».
Un observador de aves, P. W. Reynolds, que las vió cerca de Canal Beagle le dedica los siguientes versos:"Ejemplares solitarios o pequeños grupos se notaban alimentándose acurrucados en los huecos en las alturas montañosas, en donde las plantas más robustas y resistentes apenas pueden existir. A pesar del hermoso colorido de los machos, no son muy visibles, y su nota corta de alarma es generalmente el primer augurio de su presencia. Una vez alarmados, emprenden vuelos particularmente largos, gorjeando a medida que se alejan y generalmente desaparecen por completo. Los machos aparentemente son dicromáticos. El color prevaleciente en su cuerpo en ciertos casos es azul-grisáceo, pero en otros ejemplares es amarillo-verdoso..."
Aunque no tan presente en leyendas, es bien conocido por pastores y comunidades cordilleranes, quienes reconocen su canto como un sonido familiar en el amanecer andino. Su aparición en primavera es celebrada como señal del inicio de los ciclos agrícolas de altura.