El chercán es un pequeño e inquieto pajarito, que podemos ver saltando ágilmente entre matorrales y troncos de árboles. Es un passeriforme, es decir, que tiene forma clásica de pajarito. Mide 12 cm desde el pico a la cola. Sus alas son más bien cortas y su cola, que suele llevar levantada, es larga y angosta. No presenta dimorfismo sexual, siendo hembras y machos de igual apariencia. Su plumaje no presenta gran contraste: el dorso es de color canela claro, mientras que el abdomen es blanquecino acanelado. La cola y parte de las alas son rojizas y presentan finas barras trasversales negruzcas. El pico es largo, fino y ligeramente curvado hacia abajo. Sus patas, con las que se sujeta y trepa con habilidad, son de color café. Aunque pequeños, son grandes cazadores de los insectos de los que se alimentan. Con respecto a su reproducción, se reproduce entre agosto y septiembre, teniendo entre dos o tres posturas al año. Prefiere los lugares ahuecados y oscuros para anidar, construyendo un nido con base de ramas y pasto, que recubre con plumas, que lo hacen acolchado. En ellos ponen 4-7 huevos de color rosado suave con manchas rojas a café oscuro. ¡Es un ave muy territorial!
Hábitat y distribución geográfica
Es posible encontrar al chercán a lo largo y ancho de todo el continente americano, desde el sur de Canadá hasta el extremo sur de Chile. En Chile, podemos encontrarlo desde la región de Atacama hasta Cabo de Hornos. Según se indica, su distribución más frecuente es desde el sector de Coquimbo hacia el sur del país, no obstante, durante la temporada de invierno migra hacia el sector más al norte. Es un ave frecuente en toda clase de ambiente, ya sea en bosques, campos, jardines y parques urbanos, donde podemos escuchar con facilidad su estruendoso canto. Anida en huecos que encuentra en diversas estructuras como árboles, barrancos e incluso mangas de espantapájaros.
Amenazas y conservación
Según la lista roja de los vertebrados del mundo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), el chercán está catalogado como especie de preocupación menor (LC), sin embargo, su población podría verse afectada por la destrucción y contaminación de su hábitat, caza, recolección de huevos y por el ataque de perros, gatos, visones o interacción con otros animales exóticos invasivos.
¿Sabías qué?
El nombre chercán es un nombre en mapudungun. Algunos de los nombres que se les reconoce en yagán son “Chílij” y “Apuscilix”. El chercán es un ave importante en la cultura del país, estando presente en diversos cantos y relatos, en su calidad de ave pequeña, inquieta y bulliciosa. Se la asocia mucho a personas habladoras. A este pajarito familiar, no suelen tenerle mucha estima en los sectores rurales, ya que, según el decir popular, "llama a las culebras", a cuáles se les tiene gran aversión y temor, y, además, porque de sus huevos "nacen sabandijas", es decir, culebras, lagartijas o roedores, dado el lugar de sus nidos. En la cultura Lafkenche encontramos a estas aves en “epew” o relatos, como “El zorro y el chercán”. En este relato un zorro quiere ir al cielo, pero cae y muere. Y, aprovechando el espacio, un chercán anida en su oreja. El zorro revive al cabo de un tiempo descubriendo algo avergonzado a los habitantes de su oreja. “El chercán”, fue el nombre de una recopilación de cantares y otros populares publicada el año 1902 en Valparaíso. El autor se personifica en el libro como el chercán. Así mismo, el poeta nacional, Pablo Neruda, en su libro “Arte de Pajáros”, le dedica un hermoso poema denominado “Chercán”, describiéndole en sus versos como : “Pequeño vecino redondo, todo de pluma revestido, siempre detrás de tu tesoro: buscando un átomo extraviado, una noción, un filamento, un otrosí de la maleza, un párpado del matorral: algo que debe estar allí porque el chercán vuelve y revuelve: sus ágiles ojos chispean, su mínima cola dirige enderezada hacia las nubes y entra y sale y vuelve a volver, chilla de pronto, y ya no está, hasta que otra vez ha brotado de su nido color de pluma dejando allí sus huevos mínimos, el pequeño esplendor redondo de donde algún día saldrá la curiosidad del chercán a investigar la primavera”
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